Se dice que en la vida cada uno acaba teniendo lo que merece, y aunque todos conocemos muchas excepciones de gente con más suerte (o cara dura, o desvergüenza) que méritos, creo que hay algo de verdad en esa afirmación. También creo que este principio tiene su reflejo en lo colectivo: desde la comunidad de vecinos que ve cómo se le cae el edificio por su indolencia hasta el equipo de fútbol que tolera los excesos de sus jugadores, pasando por los empleados que soportan a jefes incompetentes y despóticos sin atreverse a rechistar. Todos tienen lo que merecen.
Un ejemplo negativo de este asumir sin más que uno recibe lo que siembra lo hemos visto en la dolorosa situación económica por la que ha pasado Argentina. La interminable sucesión de políticos incapaces y corruptos llevó al país a un extremo del que parece ir alejándose en los últimos tiempos. Buen ejemplo del clima que se creó es este manifiesto de un argentino harto.
Todo esto viene a cuento por la situación tan fea, sobada y repelente que se ha creado a costa de la manifestación del sábado en Madrid contra el terrorismo. La incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo nos debería llevar a una reflexión muy seria a todos que pasara por alto las diferencias particulares o, como dijo el representante de los ecuatorianos, la “política pequeña”.
En España los políticos se están acostumbrando a hacer a los ciudadanos rehenes de sus propias disputas. Cuando el famoso “tamayazo” en la Comunidad de Madrid la solución fue… votar de nuevo. Es decir, involucrar a toda la sociedad en un problema generado por políticos que ellos no supieron resolver. Lo peor es que luego se presentaron a las segundas elecciones los mismos que fueron incapaces de arreglar aquello, y lo hicieron como sólo saben ellos: culpando al otro. Bien mirado, la decisión de Maragall de adelantar las elecciones tras quebrarse su tripartito fue algo parecido, aunque menos bochornoso.
Con la corrupción urbanística pasa lo mismo: todos son buenos porque los del otro lado están tan pringados por la basura que la porquería propia no llegan a olerla. Si en el pueblo de al lado han hecho una barbaridad ecológica, ¿quién me va a prohibir que lo haga yo en el mío? En definitiva: la culpa es del otro.
La manifestación ha sido un ejemplo perfecto de mirar el dedo en vez de la luna. Por eso reconforta encontrar en la red algunos análisis hechos con cierta altura de miras, reflexiones que no se quedan en detalles ridículos o banales en los que se cuece la demagogia más barata (hoy para la Cope dos argumentos de fuerza eran que la manifestación la convocaron los sindicatos, que… ¡están subvencionados!, y que no había banderas de España. Con pensamientos tan profundos es fácil llenar horas de radio). De lo mejor que he visto es este post de Periodistas 21, un blog con el que me identifico por muchos motivos, el primero de ellos formal: no se corta en hacer entradas largas, aun contraviniendo los principios del purismo bloggero.
En definitiva, seguramente tenemos la clase política que nos merecemos. Pero no estaría de más que nos planteáramos si eso es lo que queremos. Si no, dejándoles hacer sin más es difícil prever cómo va a evolucionar esta sociedad.
Todo esto viene a cuento por la situación tan fea, sobada y repelente que se ha creado a costa de la manifestación del sábado en Madrid contra el terrorismo. La incapacidad de los políticos para ponerse de acuerdo nos debería llevar a una reflexión muy seria a todos que pasara por alto las diferencias particulares o, como dijo el representante de los ecuatorianos, la “política pequeña”.
En España los políticos se están acostumbrando a hacer a los ciudadanos rehenes de sus propias disputas. Cuando el famoso “tamayazo” en la Comunidad de Madrid la solución fue… votar de nuevo. Es decir, involucrar a toda la sociedad en un problema generado por políticos que ellos no supieron resolver. Lo peor es que luego se presentaron a las segundas elecciones los mismos que fueron incapaces de arreglar aquello, y lo hicieron como sólo saben ellos: culpando al otro. Bien mirado, la decisión de Maragall de adelantar las elecciones tras quebrarse su tripartito fue algo parecido, aunque menos bochornoso.
Con la corrupción urbanística pasa lo mismo: todos son buenos porque los del otro lado están tan pringados por la basura que la porquería propia no llegan a olerla. Si en el pueblo de al lado han hecho una barbaridad ecológica, ¿quién me va a prohibir que lo haga yo en el mío? En definitiva: la culpa es del otro.
La manifestación ha sido un ejemplo perfecto de mirar el dedo en vez de la luna. Por eso reconforta encontrar en la red algunos análisis hechos con cierta altura de miras, reflexiones que no se quedan en detalles ridículos o banales en los que se cuece la demagogia más barata (hoy para la Cope dos argumentos de fuerza eran que la manifestación la convocaron los sindicatos, que… ¡están subvencionados!, y que no había banderas de España. Con pensamientos tan profundos es fácil llenar horas de radio). De lo mejor que he visto es este post de Periodistas 21, un blog con el que me identifico por muchos motivos, el primero de ellos formal: no se corta en hacer entradas largas, aun contraviniendo los principios del purismo bloggero.
En definitiva, seguramente tenemos la clase política que nos merecemos. Pero no estaría de más que nos planteáramos si eso es lo que queremos. Si no, dejándoles hacer sin más es difícil prever cómo va a evolucionar esta sociedad.
9 comentarios:
Yo perdóname pero no creo que cada cual tenga lo que se merece...mira Pinochet sin ir más lejos, se escapó ¿No merecía haber estado en la cárcel?
Creo que la culpa de eta situaciòn política es de la derecha española. Su no aceptación del juego democrático -ni soportan ni saben ser oposición, sus profundas raíces católicas y el anclaje a un conservadurismo caduco, creo tienen la culpa.
¿Crees que la derecha en Francia o en Alemania es como la española? No
Ya decía yo que hay muchas excepciones, y Pinochet es uno de esos casos dolorosos. No estoy de acuerdo en cargar toda la culpa a la derecha. Ha hecho y está haciendo méritos como nadie, pero esperemos a tener más perspectiva para juzgar. Yo voy teniendo algunas cosas más claras, como por ejemplo que quizá Zapatero tendría que haber dado por cerrado el Pacto o que ahora debería dejar zanjado que jamás negociará con ETA (hoy en el debate no lo ha dicho con rotundidad). En definitiva, que podría dejar sin argumentos a esa derecha vociferante a base de aplicar las únicas recetas que los cafres de ETA le van a dejar poner en práctica. En cuanto a la derecha de otros países no sé cómo será, pero a Sarkozy la verdad es que no le tengo mucha fe... Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Hola Iñaki.
Estoy de acuerdo con lo que tenemos los políticos que nos merecemos.
No comparto que el Gobierno tenga que dejar de negociar. ¿Realmente existe otra alternativa al conflicto que el final dialogado?. Yo creo que no.
Un saludo,
Juanjo
Sinceramente Juanjo, no sé qué solución será mejor. Yo era un convencido de que el diálogo es la única salida porque las medidas policiales puras no pueden bastar. Pero después de lo de la T-4 sólo se me ocurre que quizá todo ese entorno debería estar mucho más cercado, acorralado, disminuido, limitado en sus movimientos y controlado de lo que estaba cuando comenzó la última tregua. Sólo así cabrá esperar que ellos mismos se den cuenta de que la violencia no sólo es inviable porque no tienen margen de actuación sino que además no les aporta nada porque la respuesta desde la legalidad es inmediata y contundente. Quizá Zapatero se precipitó al creer que ya estaban en esa situación de desventaja y su optimismo le ha perdido. O quizá estos tipos son tan burros que aun estando en sus horas más bajas prefieren morir matando que buscar una salida. No encuentro soluciones, pero de momento me conformaría con que los políticos dejen de machacarse a costa de este asunto y con que todos nos demos tiempo para analizar lo que se ha hecho mal y lo que hay que hacer. Un saludo y ánimo con tu blog.
Únicamente con medidas policiales no se puede conseguir nada.
Un diálogo con futuro se dará cuando HB aisle de una vez por todas a ETA condenando su violencia...
Pero en fin, la verdad es que esto quema a cualquiera
pd-el código este que pones es muy difícil siempre me equivoco
Estoy de acuerdo contigo, pero creo que en Batasuna nadie se ha olvidado de lo que le pasó a Yoyes.
Siento lo del código, pero son estos amigos de Blogger los que lo ponen tan complicado. Un saludo.
Buenas, a mí la frase de "tenemos lo que nos merecemos" no me gusta nada en general, ya no por la política, sino en cualquier tema. El mundo es mucho más injusto con unos que con otros y no creo que nadie se merezca muchas cosas. En cuanto a lo que comentas, yo creo que muchos ciudadanos tenemos unos políticos que no nos merecemos. Es más, uno de los sentimientos que me provocó la manifestación del sábado pasado fue que la palabra Paz iba para todos, para terroristas y para políticos en general. Pero éste es un sentimiento personal. De todas formas, no creo que PP y PSOE estén actuando igual, personalmente veo al PSOE patoso y perdido, pero en este tema sí les veo buscando solucioes, a los otros ni por asomo. Dices que no se están expresando con rotundidad, mi sensación es que no quieren decir cosas que les cierren futuros caminos de diálogo (siempre y cuando el alto el fuego fuera duradero). Muy difícil que eso vuelva a ser creíble alguna vez, creo que la izquierda abertzale tiene mucho en sus manos, si ellos se posicionaran contra la violencia...
Muy bueno el post que señalas de Periodistas 21. Un saludo
Eloísa, me da la impresión de que todo el mundo que trata de analizar esto con cierta seriedad y sin apasionamientos baratos acaba llegando a la misma conclusión: todo depende de cómo actúe la izquierda abertzale a partir de ahora. Como dices, si se opusiera claramente a la violencia otro gallo nos cantaría. Así podríamos volver a creer en la posibilidad de un diálogo serio. También estoy de acuerdo contigo en que la derecha parece que no quiere soluciones. Desde luego eso de querer ir a una negociación con unas condiciones previas que ya califica de innegociables no parece lo más constructivo. Un saludo y gracias por pasarte por aquí.
Yo iñaki me he manifestado ya cien veces...a ver si nos dices otra cosa para hacer que estoy ya un poco con lo de manifestarse...
un saludo!!!
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